Caricias que vuelven locos a los hombres
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Para ayudar a un hombre a alcanzar el séptimo cielo, no hay una receta mágica
Pero algunos pequeños «trucos» pueden facilitar el placer
Y no hace falta sacar disfraces, juguetes sexuales o sumergirse en un juego de rol. La clave del placer suele estar en un buen conocimiento del cuerpo de la otra persona.
Complacer y complacerse a sí mismo
¿No te gustan los artilugios y otras cosas traviesas? A veces se puede crear placer con 3 veces nada.
La prueba está en los masajes tántricos, practicados desnudos, que, si no tienen un objetivo sexual, permiten despertar la sensualidad y hacer un bien a nuestra sexualidad.
Y si darse placer con las manos no es revolucionario, saber dónde y cómo es a veces más complejo. Lo más seguro es centrarse en las zonas erógenas.
¿Cuáles son las zonas más sensibles para los hombres?
Las zonas erógenas estimuladas son partes del cuerpo humano que pueden producir sensaciones de placer erótico. La mayoría de los hombres tienen zonas erógenas comunes.
Y, en contra de la creencia popular, el pene no es su único punto sensible.
Aquí, las zonas del cuerpo masculino más sensibles a las caricias:
- Pezones: a algunos hombres les gusta, a otros los odian y a otros les encantan. ¡Lo mejor es estar atento a las reacciones de las primeras caricias para evitar quedarse atascado!
- El pene: el órgano masculino consta de 3 partes, de abajo a arriba: la base, el tronco y el glande, protegidos por el prepucio. Son el glande, su corona y el frenillo los más propensos a ser erógenos, porque están compuestos por miles de sensores.
- Los testículos: son muy sensibles, así que manipúlalos con cuidado. Si estamos indecisos, podemos sugerirle sutilmente al señor que nos lo demuestre pidiéndole la mano. Él sabrá mostrarnos cómo hacerlo.
- El periné: sí, los hombres también tienen periné. Se encuentra entre el pene y el ano. Para obtener el máximo placer, no dudes en acariciar esta zona tan sensible.
- El punto P: Para llegar al punto P, para la próstata, tienes que deslizar un dedo en el ano de tu pareja. A algunos les gusta, otros son más reacios y otros lo odian absolutamente.
- Las nalgas: contienen muchas terminaciones nerviosas, así que es mejor no privarse. Además, la zona entre las nalgas y los muslos es sensible…
- El pubis: la zona es sensible, y cuando se encuentra a este nivel, significa que se está acercando al pene. Por supuesto, entre la estimulación de la zona sensible y su imaginación, ¡la excitación está ahí!
- El interior de los muslos: al igual que el pubis, esta zona cercana al pene es especialmente sensible. Así que no dudes en acariciarlo con las yemas de los dedos y quedarte ahí un rato para que el deseo se dispare.
- La nuca: la piel de la nuca es delicada, no dudes en excitarla masajeando la base del cabello para subir la temperatura.
Obviamente, esto son sólo generalidades. Como nosotras, los hombres son todos diferentes, y lo que excita a uno no necesariamente excita al otro…
Y para saber lo que realmente les gusta, lo mejor suele ser hablar de ello. Sólo es cuestión de encontrar el momento adecuado.